¿Por qué arrepentirse de algo que te sacó una sonrisa de
oreja a oreja? Una sonrisa puntual, una carcajada circunstancial, o quizás
una mirada especial, no importa.
Me sorprende ver como hay personas que se
arrepienten al instante de ver que algo no funcionó. No salió bien, tal vez no como tú quisiste, no por ello deja
de ser un recuerdo, no por ello deja de estar presente.
Así que, deja tu estupidez a un lado, y sonríe, no llores
porque se acabó. Sonríe. Sonríe porque ocurrió, porque te guste o no creo una sonrisa en ti, y una sensación extraña que
jamás podrás olvidar. Y quédate con lo bueno, con cada momento alegre, cada sonrisa, cada beso, cada abrazo, quédate
con todo lo positivo. Y así, de esta manera, podrás avanzar.
Esta vez no, no te arrepientas.
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