martes, 20 de marzo de 2012

Siempre a tu lado.

Me pregunto si es locura, si es amor, si es odio, o tal vez pasión. 
¿Y si es una mezcla de todo esto? Una mezcla de besos y gritos, de abrazos y empujones, de insultos y caricias, miradas, lágrimas y sonrisas. Insuperable, increíble, incansable, insoportable, inigualable, como un beso en un portal antes de que cuente díez. Como cuando estás a dos centímetros de su boca y te parece lejos, como una despedida parece larga pero no lo es, las horas pasan y ahí sigues tú creando sin más la despedida más eterna. Como cuando la abrazas y piensas: jamás la soltaría. Cuando todo alrededor carece de importancia, cuando de un lugar típico, hacemos un refugio, lo hacemos nuestro. Tu voz cantándome al oído canciones que solo nosotras entendemos su significado, tus manías, tus locuras, tus miradas, tus sonrisas, tus besos, todo. 

Es raro, tal vez de locos, y cuesta entender como hemos llegado a esto después de todo. Después de mandarnos a la mierda más de una vez, de no hablarnos en semanas, de millones de palabras, de un montón de tonterías que solo tú y yo entendíamos, después de desaparecer. Quizá fue el destino, quizá tenías que volver, o algo te impulso a hacerlo. Tal vez yo necesitaba volver, tal vez no aguantaba más y volvimos más fuerte que nunca. Todo era como antes, nada había cambiando o eso pensábamos, pero algo cambió, algo había cambiado mucho antes. Discutimos eso es cierto, pero no hay nada que nos pueda.  


Recuerda, solo tú me puedes enseñar a volar cometas por el cielo.
Be us against the world.

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Aquello no era lógico, era amor.

Aquello no era lógico, era amor.