Que si, que vale, que en esta vida todos
vamos de seres increíbles, únicos e irrepetibles. Pero ninguno se ha parado a
ver la puta realidad.
Somos copias, una detrás de otra, y quién más
diferente se crea, más igual acaba siendo.
Egocentrismo, muchos se creen el ombligo del
mundo, pero ninguno de ellos se conoce de verdad.
La verdad duele, y esto funciona así. La vida
es una constante pelea por parecer más que alguien, por estar por encima, por ser valorado.
Cuando realmente olvidamos lo más importante,
valorarnos a nosotros mismos. Sin importar si somos únicos o diferentes.
Simplemente valorarnos, querernos, tal y como somos. ¿Y qué más da los demás?
Llega un momento en el que te cansas de ver lo mismo una y otra vez, de
siempre las mismas historias, las mismas peleas, todo igual. Tu vida parece
convertirse en un película que no para de repetirse. No hay salida.
Vamos a pensar por un segundo, ¿quiénes somos?, ¿qué queremos? O mejor dicho, ¿qué merecemos?
La vida es muy puta de por si, no vayamos a
complicarla más. Si quieres algo, ve a por ello. Y si algo te hace daño, sácalo
de tu vida. Quédate con lo bueno, con aquello que te hace sonreír. Y olvídate
de todo lo que quiere verte sufrir.
Sonríe, tú vales más que ellos.
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