Quizá si lo viéramos desde
otra perspectiva dolería menos. Si un día pudimos vivir sin ello, ahora lo
podremos hacer. Como aquél que perdió un beso, pero ganó mil abrazos. O aquél
que perdió un partido, pero ganó experiencia. Para ganar algo, también hay que
perder. Para sanar, hay que doler.
No te voy a mentir,
dolerá, y quizá no puedas soportarlo. Pero solo tú puedes endulzar el dolor, y
mirarlo desde un punto de vista distinto, y quizá alegre.
Creo que aquél que dijo
que el tiempo curaba todo, se equivocaba. El tiempo no es más que tiempo, y no
deja de pasar. Y tú sigues ahí, y si no haces nada para curarte, jamás lo
conseguirás, y no importa el tiempo que pase.
Tienes que ser tu propio
tiempo, ganarle la batalla al dolor y pensar de otra manera.
Y si sangra, curará. Y si
duele, cicatrizará.
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