jueves, 25 de abril de 2013

Ya nada queda.


Con solo un gesto una sonrisa, con solo una mirada que vio la brisa. Con la rima aprendí que con el tacto de tus manos me perdí. ¿Y qué más da? Todo es efímero, nada es sincero.
Me vuelvo loca cuando veo tu boca, cuando ya nada más importa. Cuando de un piso creamos un paraíso. Improviso palabras, quizá no las entiendas, quizá ya ni vuelvas. Bonito, ¿no? Qué lastima que quedó en el olvido. Ya me cansé de ti, de tus palabras vacías, de este sin vivir. Las palabras se las lleva el viento, testigo de lo que siento. Este silencio marca un adiós, un hasta siempre sentencio. 

 Bienvenida al olvido, a ese lugar del que nadie sale vivo.
Quiero que entiendas que no es por ti, ni es por mi sino por nuestra mierda. Que ni con mil besos se arregla.
Todo destrozado, todo evaporado,  y nada queda. Tarde o temprano el final llega.


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Aquello no era lógico, era amor.

Aquello no era lógico, era amor.