Siempre he odiado la palabra “adiós”, siempre preferí
un “hasta luego”. No soporto ver como algo se ha roto y no hay manera de unir
esos trozos.
Esos momentos que quizá no fueron más que instantes en
el tiempo, incapaces de reconstruirse y de continuar.
Supongo que lo mejor es dejarlo todo a un lado, todos
y cada uno de esos textos que escribí.
Adiós inspiración, que te vaya todo bien, y que
sonrías como nunca. Que al fin cumplas todos tus sueños, y tus lágrimas se
conviertan en millones de sonrisas.
Esperaré a otra inspiración para escribir, no será
igual, ni mejor ni peor, simplemente diferente. Quizá vuelva a recurrir al
ayer, a aquello que me ayudó a escribir, o quizá no. Nunca se sabe. Ya solo me
queda desearte suerte, esto se acabó, no hay que mirar atrás, sólo nos queda
avanzar.
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